sábado, 2 de junio de 2012

 

                                             DEL DIARIO DE SOR FAUSTINMA


                                                                     



687En una ocasión, mientras iba por el pasillo a la cocina, oí en el alma estas palabras: Reza incesantemente
esta coronilla que te he ensenado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la
muerte. Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la ultima tabla de salvación.
Hasta el pecador mas empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi
misericordia infinita. Deseo que el mundo entero conozca Mi misericordia; deseo conceder gracias
inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia.



El primer viernes del mes. Después de la Santa Comunión, de repente vi a Jesús que me
dijo estas palabras: Ahora sé que no Me amas por las gracias ni por los dones, sino porque Mi
voluntad te es mas querida que la vida. Por eso Me uno a ti tan estrechamente como a ninguna otra
criatura.



Hija Mia, si por medio de ti exijo de los hombres el culto a Mi misericordia, tú debes ser la
primera en distinguirte por la confianza en Mi misericordia. Exijo de ti obras de misericordia
que deben surgir del amor hacia Mi. Debes mostrar misericordia al projimo siempre y en todas
partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte.
Te doy tres formas de ejercer misericordia al projimo: la primera – la accion, la segunda – la
palabra, la tercera – la oracion. En estas tres formas está contenida la plenitud de la
misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacia Mi. De este modo el alma alaba y
adora Mi misericordia. Sí, el primer domingo después de Pascua es la Fiesta de la Misericordia,
pero tambien debe estar presente la accion y pido se rinda culto a Mi misericordia con la
solemne celebración de esta Fiesta y con el culto a la imagen que ha sido pintada. A traves de
esta imagen concederé muchas gracias a las almas; ella ha de recordar a los hombres las
exigencias de Mi misericordia, porque la fe sin obras, por fuerte (163) que sea, es inútil. Oh Jesús
mio, ayudame en todo, porque ves lo pequena que soy, por eso cuento unicamente con Tu bondad, oh
Dios.





Promesa del Señor: A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en la vida y
especialmente a la hora de la muerte.



797Cuando me dio un poco de miedo de tener que estar sola durante largo tiempo fuera de la Congregación,
Jesús me dijo: No estarás sola, porque Yo estoy contigo siempre y en todas partes; junto a Mi
Corazón no tengas miedo de nada. Yo Mismo soy el artífice de tu salida. Has de saber que Mi ojo
sigue con atención cada movimiento de tu corazón. Te traslado a aquel lugar aislado para
conformar tu corazón según Mis designios futuros. ¿De que tienes miedo? Si estás Conmigo ¿quién
se atreverá a tocarte? Me alegro grandemente de que Me digas tus temores, Hija Mía, háblame de
todo simplemente y así como hablan los hombres, Me complacerás muchísimo con esto; Yo te
entiendo, porque soy Dios – Hombre. (198) Este lenguaje simple de tu corazón Me es mas
agradable que los himnos compuestos en Mi honor. Has de saber, hija Mía, que cuanto mas sencillo
es tu lenguaje, tanto mas Me atraes hacia ti. Y ahora, quédate tranquila junto a Mi Corazón, deja la
pluma y prepárate para salir.



811Al entrar en mi soledad, oí estas palabras: Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta
coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes
obtendrán el mismo perdón. Cuando (205) cerca del agonizante es rezada esta coronilla, se aplaca la
ira divina y la insondable misericordia envuelve al alma y se conmueven las entrañas de Mi
misericordia por la dolorosa Pasión de Mi Hijo.



Así como lo mandan los evangelios "Sean Misericordiosos así como su Padre en el Cielo es Misericordioso", piden que seamos misericordiosos con nuestro prójimo "siempre y en todo lugar" parece imposible de cumplir pero el Señor asegura que es posible. "Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la colmo con tal abundancia de gracias que ella no puede contenerlas en sí misma, sino que las irradia sobre otras almas." (Diario 1074).